miércoles, 21 de noviembre de 2007

ME MIRO A LOS OJOS Y ME LO DIJO CON UNA SONRISA

Había una vez un señor, llamado Pantuflo, que tenia que dejar su casa durante dos meses por cuestiones de trabajo. Tenia que ir a realizar un proyecto muy específico a otra ciudad, lejos, muy lejos.
Debía dejar su casa al cuidado de alguien. Unos cuidados mínimos: regarle las plantas, recogerle el correo, ventilar la vivienda de vez en cuando y dar de comer a los canarios.
Había dos vecinos, Mariano, el del segundo, y Rodríguez, del piso de enfrente. Estaba en el dilema de a quien pedírselo. Con ambos tenia confianza pero, no sabía quien se la podía cuidar mejor. Decidió, definitivamente, dejarle las llaves al Sr. Rodríguez. “No te preocupes, Pantuflo, te prometo cuidar la casa con lealtazzzzzz y talante– dijo Rodríguez son una amplia sonrisa”.
Pantuflo llamaba de vez en cuando a Rodríguez para ver como iba la cosa; y Rodríguez le contaba que todo marchaba muy bien, inmejorablemente. Sin embargo, Pantuflo se comenzó a preocupar cuando su otro vecino – y amigo-, Mariano, le llamo y le comento que el creía que en su casa estaban pasando cosas raras, pero que muy raras, y que tuviese cuidado.
Pantuflo se puso de inmediato en contacto con Rodríguez, ante la incertidumbre, y este le tranquilizo, asegurándole en sus manos nada puede ir mal; “ puedes tener tranquilidazzzzzzzzzz”- añadió. Pantuflo pensó que solo eran celos de Mariano hacia Rodríguez. “ En el fondo Mariano siempre esta poniendo pegas a todo en la comunidad, es un picajoso”- penso, para asegurar su tranquilidad-
Pantuflo volvió a recibir dos llamadas mas de Mariano, verdaderamente alarmado; sin embargo, pantuflo no le dio mas crédito que a un pesimista sin remedio, un catastrofista.
Al cabo de lo dos meses regreso Pantuflo a casa. Desde la calle noto algo extraño, muy extraño. El buzón no tenia el cartelito en el que figuraba su nombre. Eso implicaba que desde hacia un tiempo todas las cartas dirigidas a el habrían sido devueltas.
Aun así, no se quiso alarmar en exceso y procedió a subir al piso. En efecto, al llegar a su vivienda encontró que la puerta estaba abierta de par en par; de hecho, no había puerta, solo una cortina rojiza – en realidad parecía la entrada a un club de alterne. No había señal de Rodríguez. Tampoco lo esperaba dado que no aviso de su llegada.
Entro con sigilo y enorme expectación. Sin embargo, dicha expectación devino en enorme sorpresa cuando vio que el canario había sido sustituido por una iguana – por aquello de compartir con otras culturas-; también faltaban las plantas no quedaba ni una. Eso si, había un cartel que decía “ plantas secas, no tuve tiempo de regarlas, otras ocupaciones mas relevantes”
La sorpresa devino en preocupación supina cuando pudo ver, incredulo, que una parte del salón había sido suprimida y había sido aprovechada para mayor espacio de la terraza, ampliando sus derechos de independencia.
Su preocupación se transformo en indignación cuando pudo notar la falta del retrato de su padre – militar de alta graduación-; en efecto, había sido suprimido, junto al crucifijo que tenia en la pared del despacho. Fueron sustituidos por un cuadro de esos vanguardistas que no podría tener mayor interpretación por su absurdo. En la otra pared del despacho faltaba el sable del uniforme de gala de su abuelo- también militar- y fue sustituido por un cuadro con un buda.
De repente, al entrar a la habitación del televisor, casi sufre un infarto al encontrar a un señor, que no acertaba mas que a decir “ Rodríguez, Rodríguez, tu pregunta Rodríguez. El alquila gratis habitación, comida gratis también”.
De la biblioteca faltaban la gran mayoría de sus libros. Todos los clásicos habian desaparecido y habían sido sustituidos por libros sobre el calentamiento global, sobre qué malo son los americanos y sobre el che Guevara y la revolución castrista y chapista. Ni rastro de la Biblia y de los libros de religión católica, sustituidos por el Coran, algunos libros sobre la reencarnación y libros de espiritualidad de la New Age.
El piso del pasillo tambien estaba levantado en su totalidad. En ese mismo momento apareció Rodigriguez: “ que tallllllllllllll, como estassssssssss, amigo Pantuflo”- dijo efusivamente y con una amplia sonrisa en sus labios-. Desconcertado, Pantuflo no atino a pronunciar palabra. Los ojos de espanto lo decian todo. Pese a su gesto Rodríguez continuo: “ ¿qué?. ¿ qué te parece?”; Pantuflo seguía sin encontrar palabras para expresar su estado de chokc.
“Mira- prosiguió Rodríguez- he levantado el suelo del pasillo para poner otro tipo de losa que posibilita deslizarse por ellas con mayor rapidez. Yo las llamo las losas de alta velocidad. Ahora, cada día, compro en el supermercado grades pakcs de agua y los vierto para ver si hay filtraciones. Cada día experimento con una marca de agua diferente. ¿ qué te parece?”. Pantuflo lo miraba con incredulidad, “ esto no esta pasando” – se decía.
Quiso pasar hacia el otro lado de la casa. Tuvo que hacerlo por la terraza, pasando por la habitación del extraño de la habitación del televisor. El pasillo estaba encharcado. Cuando llego pudo constatar con estupor que el cuarto de baño pequeño y la habitación del trastero ya no existían. El cuarto de baño grande estaba levantado. No había losa sobre losa, ni azulejo sobre azulejo. Los sanitarios sustituidos por otros de calidad ínfima y las tuberías al aire. En la puerta colgaba un cartel que decía “Fuera de Servicio. Disculpas”. Todo estaba encharcado de agua. La cocina no estaba mucho mejor. No había vasos, ni platos, ni tenedores ni cucharas. El lavaplatos habia desaparecido
“ No te preocupes, no hay problema Pantuflo” – dijo Rodríguez. “ Mira- prosiguió- lo del cuarto de baño pequeño y el cuarto era una reivindicación del vecino conlindante. Tu sabes que siempre ha dicho que en sus planos figuran esas dos habitaciones y he decidido dárselas para que haya Pazzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz, en el vecindario. Y en cuanto al cuarto de baño grande he decidido sustituirlo por otro con una cisterna mas pequeña por aquello del cambio climático, y un depurador de agua para poderla utilizar tres o cuatro veces; ya sabes, el cambio climático”.
De repente apareció Mariano. “bueno, me tengo que ir” – dijo al instante Rodríguez”
"¿Qué te pasa?"- pregunto Mariano al ver la cara de estupefacción de Pantuflo;

"¿Qué me pasa?" – replico Pantuflo;

"¿Tu ves?"- añadió, mientras daba una vuelta a su alrededor;

"¿ Es que no te avise?"- dijo Mariano;

"Si, si, si, claro"- respondió pantuflo; "¿Como dejaste las llaves a ese?"- inquirió Mariano;

" No se, no se. Me miro a los ojos, y me lo dijo con una sonrisa " puedes tener tranquilidazzzzzzzzzzzzz"".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jejeje, a ver si hacemos que la población española espabile para las próximas elecciones, no voten a ese que sonríe tanto...

Que no engañe a un solo votante más.

Saludos y felicidades por el blog.